Lo primero que vamos a hacer es enjuagar los guisantes debajo del grifo y escurrirlos:

Lavamos los guisantes bajo el grifo

Pelamos ahora la cebolleta y la partimos en rodajitas (yo he utilizado ésta que es china y que tiene menos cabeza y más tallo, pero podéis utilizar la cebolleta normal). Una vez pelada, ponemos un poco de aceite en una sartén y la rehogamos:

Cortamos la cebolleta en rodajitas

Ponemos aceite en una sartén

Cortamos la cebolleta en rodajitas

Ponemos la cebolleta en la sartén con el aceite caliente

La dejamos pochar

Mientras, preparamos la panceta para ir haciendo el crujiente. Para ello, ponemos un poco de papel de horno sobre una bandeja, y extendemos sobre él las lonchas de panceta y las metemos al horno a 200º hasta que veamos que están crujientes y doradas (no las perdáis de vista porque se hacen rápido). Ojo, la panceta no es lo mismo que el bacon. Yo he comprado esta marca en Mercadona. También tiene bacon, pero para este crujiente os recomiendo mejor la panceta:

Ponemos las lonchas de panceta sobre una fuente con papel de horno

Las metemos al horno a 200º hasta que estén doradas (ojo, se hacen rápido)

Una vez pochada la cebolleta, añadimos los guisantes en la sartén y los rehogamos unos minutos. Salpimentamos.

Una vez pochada la cebolleta, añadimos los guisantes

Los rehogamos junto con la cebolleta un par de minutos

Salpimentamos bien

Ahora, cubrimos los guisantes con caldo de pollo (ojo, solo cubiertos) y los dejamos cocinar unos 12 minutos o hasta que hayan absorbido todo el caldo. Probadlos para ver si están hechos.

Añadimos el caldo justo hasta cubrirlos (¡no más!)

Añadimos el caldo justo hasta cubrirlos (¡no más!)

Dejamos que los guisantes cuezan a fuego medio hasta que absorban todo el caldo

A estas alturas ya tendremos hecho el crujiente de panceta y lo podememos sacar del horno. Ponedlo sobre un papel absorbente para que elimine todo el exceso de grasa:

Una vez dorada, sacamos la panceta del horno

Ponemos la panceta sobre papel absorbente para quitar el exceso de grasa

Vamos mientras preparando los huevos escalfados. Para ello, hacemos lo siguiente. Forramos un pequeño bol con papel film. Ponemos un poquito de aceite por las paredes del plástico para que no se pegue luego el huevo y pueda salir bien. Ponemos el huevo en el centro, salpimentamos, y atamos el plástico con el huevo dentro con un poco de cuerda de cocinar.

Preparamos el huevo escalfado

Forramos un cuenquito con film plástico de cocina

Añadimos unas gotitas de aceite para que el huevo no se pegue dentro y con el dedo untamos los laterales

Añadimos el huevo con cuidado

Lo salpimentamos

Cerramos a modo de paquetito el film con el huevo dentro y lo cerramos con una cuerda

Ponemos a hervir un cacito con agua. Cuando el agua comience a hervir, añadimos la bolsita con el huevo y lo dejamos cocer durante 3 minutos exactos. El huevo debe quedar muy blandito por dentro:

Ponemos agua a hervir, y cuando lo haga, añadimos el paquete de film con el huevo

Ponemos agua a hervir, y cuando lo haga, añadimos el paquete de film con el huevo. Debe hervir 3 minutos exactos.

A estas alturas los guisantes ya habrán absorbido todo el caldo y ya podéis servirlos en raciones individuales. Yo he utilizado estas "cocottes" de cerámica que me parecen divinas:

Cuando los guisantes hayan absorbido todo el caldo, los apartamos del fuego y los servimos en fuentecitas indididuales

Sobre cada ración, añadimos un huevo escalfado y dos lonchitas de crujiente de panceta:

Pasados los 3 minutos exactos, sacamos el huevo del agua y ya podemos servirlo sobre los guisantes

Añadimos el crujiente de panceta

Lo ponemos de manera decorativa en la fuentecita

Y..., ¡voilá! Aquí los tenéis. Una mezcla tradicional de sabores, texturas y colores interpretada en clave de modernidad.

Guisantes frescos con crujiente de panceta y huevo escalfado

El estilismo es de lo más facilito en este caso: la fuentecita es de Tiendas CASA y la cestita de detrás me la regalaron con un par de bombones dentro, y como no tiro casi nada, me sirve para servir las regañás...

Os animo de verdad a probar esta receta (si no tenéis guisantes frescos, la podéis hacer perfectamente con guisantes congelados), porque es una deliciosa y fácil manera de cocinar esta legumbre fresca, que, junto con el huevo y la panceta, convierten a esta receta es un plato de lo más completo.

Y con esto me despido hasta la semana que viene, no sin antes desearos una semana tan deliciosa y cargada de energía como esta receta.

Un besote,

Cocotte.