Mis queridos «glamcooks»:
Como yo soy una romántica empedernida, he decidido dedicaros una receta por San Valentín, una receta que además os pueda servir de inspiración por si vosotros también queréis celebrarlo con los vuestros. Lo cierto es que ésta es una receta que podéis hacer cualquier día, pero que resulta muy pintona para un día especial: se trata de unos spaghetti negros al ajillo con gulas y gambas y con un poco de picante. Este plato, además, no puede ser Cocotte y más Minute, ya que lo vamos a hacer con un preparado de gulas con gambas al ajillo ¡que solo tenemos que abrir y calentar! Se la quiero dedicar a mi compi Pablo, que ha sido mi inspiración para el post de esta semana. ¡Gracias, guapix! ¿Queréis ver cómo se hace? Pues empezamos.
Spaguetti bianco e nero (pasta negra al ajillo con gulas y gambas)
Spaguetti bianco e nero (pasta negra al ajillo con gulas y gambas)
Ingredientes
Instrucciones
Vais a necesitar (para 4 personas):
Lo primero que vamos a hacer es poner a calentar agua con sal y unas gotas de aceite para poder hervir la pasta:
Cuando hierva, echamos la pasta y la cocemos según las indicaciones del paquete. Yo he comprado esta pasta en la Boutique del Gourmet de El Corte Inglés, y es tan finita que solo ha requerido 4 minutos en cocerse al dente:
Mientras se cuece, ponemos a calentar aceite virgen extra de muy buena calidad (en esta receta el aceite es clave, ya que tiene un protagonismo importante en el sabor) en una sartén para dorar el ajo y la guindilla:
Pelamos y cortamos los ajos en laminitas:
Y los añadimos a la sartén para dorarlos junto con las 2 ó 3 cayenas:
Cuando la pasta ya esté cocida, la escurrimos:
Cuando los ajos estén dorados, añadimos la pasta para que tome el sabor de los ajitos y la cayena:
Removemos bien y añadimos el contenido de la bolsa de gulas y gambas. Volvemos a remover bien para que se mezclen bien los colores. A continuación, salpimentamos:
Y ya podemos emplatarlo. Cuando lo tengamos servido en el plato, terminamos un chorrito de aceite:
Y..., ¡voilá! Aquí lo tenéis. Lo he terminado de decorar con un poquito de pimentón de Espelet alrededor del plato (ojo si lo hacéis con pimienta de cayena, que puede quedar muy picante):
El mantelito de corazón es de CASA. la copa de Muy Mucho por muy poco (un nuevo descubrimiento de mi zona al que estoy segura de que le voy a sacar mucho partido) y los corazones de Alemania.
Y con esto me despido hasta el domingo que viene, no sin antes desearos, mis queridos "glamcooks", una semana llena de amor, como esta receta. Recordad que es el ingrediente secreto infalible de todas las recetas.
Un besote muy, muy fuerte,
Cocotte.
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