Mis queridos «glamcooks»:
La receta de hoy es una de esas recetas faciolnas, facilonas pero que suponen el acompañamiento ideal de un buen gin tonic de aperitivo a la francesa (ése que sienta taaaaan rico sobre las 20:00h., o antes de cenar), o el entrante/acompañante perfecto para un buen plato de pasta. No es que yo beba mucho gin tonic a las 20:00h. (yo me pongo chispa solo con olerlo), pero ya sabéis que Cocotte es muy de estampas y por eso siempre os cuento el momento ideal en el que yo me imagino degustando la receta. Se trata de unos grissinis caseros de olivas negras a los que he añadido un poco de sal negra. Es una receta que se hace con masa de pizza, y como siempre os digo, una receta que podéis tunear como más os guste: con tomate seco y orégano, con parmesano rallado, con sésamo, con pipas, en fin, como más os guste. Con que cojáis la idea ya podéis luego vosotros adaptarla a vuestro gusto. ¿Queréis ver lo sencilla que es? Pues empezamos.
Grissini caseros de olivas negras
Vais a necesitar:
- Frase : ¡El entrante/acompañamiento ideal de un buen plato de pasta!
Ingredientes
- Masa de pizza - 1 paquete
- Olivas negras sin hueso - 1 lata pequeña
- sal negra (opcional)
Instrucciones
Lo primero que vamos a hacer cortar las olivas negras en trocitos:
A continuación, desenrollamos la masa de pizza y esparcimos por encima los trocitos de aceitunas negras:
Con la parte trasera de una cuchara, presionamos los trocitos de aceitunas para que se queden fijados en la masa de pizza y no se muevan mientras los horneamos:
Añadimos ahora (opcional), unos granos de sal negra. Aquí podéis incluir lo que queráis: orégano, tomillo, romero, parmesano rallado, en fin, lo que más os guste. Yo le he añadido unos granos de esta sal que me compré en París y ha quedado muy rico, porque le aporta un toque de sal fuerte en algunos bocados que me resulta de lo más interesante:
Con un cortapizzas, hacemos los grissini cortando la masa en tiritas del grosor de un dedo, mirad, más o menos así.
Ponemos los grissini sobre una fuente con papel de horno, y los metemos al horno previamente calentado a 180º hasta que se doren:
Una vez dorados los grissini, las sacamos del horno. Y..., ¡voilá! Aquí lo tenéis. Fáciles de hacer, ¿no? Pues tened cuidado ¡porque no suelen llegar ni al aperitivo!
Y con este aperitivito tan apetecible, me despido de vosotros hasta el domingo que viene no sin antes felicitar a todos los Isidros por regalarnos un día festivo en los madriles, y desearos a todos una semana tan apetecible y salada como esta receta.
Un besote muy fuerte,
Cocotte.
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