Vais a necesitar:

• Una lámina de masa brisa (de la que no sube)
• O bien, una base ya preparada de tartaleta americana o 12 tartaletas preparadas Keebler Ready Crust Graham Pie Crust (os recomiendo mejor esta opción, porque sale deliciosa!). Las venden en la zona de comida internacional (en la góndola de cocina americana), de Carrefour. Problema, sale un poco cara (sobre todo las tartaletas, que cuestan 6 y pico euros 6 unidades....). Mirad, ésta es la grande:

Y éstas, las tartaletas:

• Puré de calabaza (mirad, yo lo he comprado ya hecho en Tasto of America, pero ¡no hace falta! Compráis la calabaza, la peláis, le quitáis las pipas y la cocéis. Después la trituráis, y ¡listo!). La lata que yo he comprado es ésta:

 Empezamos:

Lo primero que vamos a hacer es forrar un molde redondo con la masa brisa (si vais a utilizar la opción de la tartaleta ya preparada, este paso no hace falta, claro). Yo primero la he estirado un poco, porque la de Mercadona es muy pequeña. Si utilizáis la redonda de La Cocinera, probablemente cubra todo el molde, y no necesitéis hacerlo:

Pasamos ahora el rodillo por encima, para retirar la masa sobrante y reserváis:

Pesáis ahora el azúcar y lo añadís en un bol donde haremos toda la mezcla:

Añadimos ahora la 1/2 cucharadita de sal, la cucharadita de canela molida, y la media de jengibre molido. No sé si tenéis en casa este juego de cucharitas de medida americano. Si no es así, os recomiendo que os hagáis con uno, ya que absolutamente todas las medidas de las recetas americanas vienen dadas en "cups" y en "spoons". Ya las podéis encontrar incluso en IKEA. Mirad, son éstas (yo las compré en Alemania, pero las tenéis ya por todas partes).

Batimos ahora los dos huevos, y los incorporamos al bol:

Y añadimos ahora el puré de calabaza y lo batimos todo bien (yo he utilizado las varillas, pero lo podéis hacer con un tenedor normal):

Una vez bien mezclado, procedemos a incorporar poco a poco la leche evaporada:

Aunque os parezca un poco líquida, es así, tranquilos. Vertemos ahora la mezcla sobre el fondo forrado con la masa:

Y lo metemos al horno previamente calentado a 220º, primero 15 minutos a 220º (con cuidado de que no se queme la masa), y pasado ese tiempo, bajamos la temperatura a 170º y lo dejamos hornear durante 40 ó 50 minutos (si veis que se dora demasiado la masa, que suele ocurrir, ponedle un papel de aluminio por encima a toda la tarta):

Pasado ese tiempo, comprobar con un pinchito que está hecha (el pinchito debe salir completamente limpio), y sacáis la tarta del horno.

Como me ha sobrado mezcla, he rellenado las 6 tartaletas que compré (si os soy sincera, no las hice de primeras por miedo a que no salieran bien, pero como sobraba mezcla, me he arriesgado, y la verdad es que han salido incluso más buenas!):

Las he horneado, esta vez menos tiempo, primero unos 7-8 minutos a 220º y luego he bajado la temperatura a 170º hasta que he visto que estaban hechas (unos 15-20 minutos más) y han salido así:

Creo que también podríais hacer la base con la típica mezcla de galletas con mantequilla que se utiliza en los cheesecakes. El próximo día, la pruebo así.

Y..., ¡voilá! Aquí tenéis las versión de las tartaletas. ¿Os gusta? Os recomiendo de corazón probar esta receta, porque es sorprendente y deliciosa... Se sirve fría y acompañada de nata montada.

El estilismo esta vez es muy sencillo. La fuente redonda (de la foto principal) y el individual negro son de IKEA, la calabaza con luz es de hace varias temporadas de la tienda CASA, y las velitas, las he hecho con mi hija. Las calabacitas de las tartaletas son unas pegatinas de fieltro que compré en Alemania.

Espero que os animéis a probarla, pero sobre todo, a compartirla con los vuestros.

Os deseo una semana ¡"terroríficamente" buena!

Un besote muy fuerte y hasta el domingo que viene.

Cocotte.