Como os he dicho al principio de la receta, la clave de este plato es que el melón sea dulce, y la variedad más dulce (y para mí la más rica) es sin duda el melón cantaloupe. Lo vais a reconocer enseguida porque por fuera es rallado, y por dentro, completamente naranja. Mirad, es éste:

Lo primero que vamos a hacer es cortar el melón en tajaditas (para estos 4 vasitos he utilizado medio melón, y no era muy grande), y le vamos a quitar la piel y las pepitas:

Procedemos ahora a cortarlo en cuadritos de este tamaño más o menos, y lo reservamos:

Vamos ahora a aliñar el melón:

Añadimos las 4 cucharitas (tamaño postre) de aceite de oliva virgen, la cucharadita de aceite de sésamo, la cucharadita de vinagre, las gotas de tabasco, la sal y la pimienta. Éste es el aliño de un tartar, pero al receta es tan rica, que si no tenéis aceite de sésamo o no lo queréis picante, con que le añadáis un poco de aceite de oliva bueno, la cucharadita de vinagre, la sal y la pimienta, bastaría:

Ahora rellenamos con esta mezcla los recipientes en los que lo vayáis a servir. Mirad, yo he utilizado estos vasitos reciclados de yogurt que me encantan (los de la marca Carrefour ¡no tienen nada escrito en el cristal), y son ideales para servir aperitivos, e incluso para hacer velas. Yo los utilizo muchísimo:

Y añadimos sobre el melón aliñado los taquitos de jamón. También queda muy bien (incluso más refinado), los hilos de jamón. En Mercadona encontráis los dos:

Ya solo quedaría decorar cada vasito con una hojita de cilantro (si os gusta mucho el cilantro, ¡podéis poner un poco en la mezcla del tartar!).

Y..., ¡voilá! ¿Qué os parece? Es, sin duda, una manera original de comer esta plato tan tradicional.

Espero que os haya gustado y que os animéis a hacerla. Con este calor que hace, el cuerpo solo pide cosas fresquitas y sanas.

Y con esto me despido de todos vosotros, no sin antes desearos una semana tan fresca y deliciosa como esta receta.

Un besote,

Cocotte.