Mis queridos «glamcooks»:
Espero tanto vosotros como vuestra familia y amigos estén todos bien. Eso es lo más importante. De corazón, lo espero. Nosotros gracias a Dios lo estamos, respetando al máximo el confinamiento e intentado disfrutar todo lo que podemos de estar juntos en casa, yo especialmente, que estoy aprovechando para cuidar a la tropa intentando cocinarles todo lo que les gusta, aunque sin olvidarnos de comer sano. La receta que os traigo hoy es una superación, ya que pensé que nunca llegaría a hacerlas bien en casa, en especial, porque pensaba que eran muchísimo más complejas y engorrosas de elaborar: unas buenas torrijas. Éstas, super fáciles y deliciosas. Y esta hazaña se la debo a mi querido amigo Gonzalo, que tiene un catering maravilloso que os recomiendo: el Lebrillo. Con él he aprendido a hacer muuuchas recetas deliciosas, y ésta, es una de ellas que quiero compartir con vosotros por si alguno ha tenido el mismo vértigo que yo antes de hacerlas. Me gustaría poder hacer montañas de ellas y plantarme en la puerta de alguno de los hospitales de Madrid para ofrecérselas a los sanitarios que estos días son los héroes de todos los españoles. Esta receta, va por vosotros.
Torrijas (receta de mi amigo Gon)
Vais a necesitar:
- Frase : Si como yo, teníais miedo de hacer este delicioso dulce de Semana Santa, os animo a probar esta receta de torrijas refáciles ¡Las haréis en un abrir y cerrar de ojos!
Ingredientes
- Barra de pan del día anterior - 1
- Leche - 500 cl.
- Cáscara de limón - 1 trocito
- Cáscara de naranja - 1 trocito
- Canela en rama - 1 vara
- Huevo - 2
- Aceite de girasol para freír
- Azúcar
- Canela
Instrucciones
Lo primero que vamos a hacer es poner a emulsionar la leche con la cáscara de naranja, la de limón y la ramita de canela:
Tenéis que llevarla a ebullición, pero retirarla justo antes de que empieza a hervir. Es importante para que la leche absorba todos los sabores de las cáscaras de cítricos y de la canela.
Mientras tanto, preparamos las rebanadas de pan de las torrijas. Cortamos la barra de pan en rebanadas, haciendo los cortes un poco en diagonal para que la rebanada salga un poco más grande. Ojo, hay panes específicos de torrijas, pero si no los encontráis, podéis hacerlos perfectamente con una barra normal. Poned las rebanadas en una fuente porque las vamos a empapar con la leche.
Retiramos ahora la leche del fuego, la dejamos emulsionar un poquito y la colamos (para que no quede ninguna lasquita de canela):
Empapamos bien ahora las rebanadas de torrijas con la leche. Veréis que se absorbe rápido. Si es necesario, volved a echarle leche hasta que queden bien empapadas, pero ojo, luego hay que trabajar con ellas, y si están muy blanditas no váis a poder, por eso, tened cuidado y buscad el equilibrio:
Batimos ahora los huevos en un plato, y ponemos aceite de girasol a calentar en una sartén:
Rebozamos ahora cada torrija en el huevo y la freímos en el aceite muy caliente por los dos lados:
Y las vamos apartando en un plato. No hace falta escurrirlas ni retirar el exceso de aceite. Están tan empapadas en leche que no absorberán mucho. Además, luego soltarán un liquidito que hará las veces de sirope:
Ponemos ahora en una fuente o plato hondo una mezcla de azúcar y canela. Una vez fritas todas las torrijas, las rebozamos en esta mezcla y las ponemos en una fuente:
Y..., ¡voilá! ¿Qué os parecen? Probablemente muchos de vosotros sabíais hacerlas y seguro que las bordáis, pero para mí, éstas eran las primeras torrijas de mi vida, y no doy crédito de lo fáciles que me han resultado de hacer y lo riquísimas que han salido. ¡Espero que os animéis! Muchas gracias por la receta, Gon. Pasa seguro a nuestro recetario de dulces anual.
Y con esta receta de torrijas refáciles de mi amigo Gon, me despido de todos vosotros, mis queridos "glamcooks", no sin antes pediros que os cuidéis muuucho y que cuidéis de vuestros pequeños y mayores. Si desde esta ventanita os puedo ayudar o inspirar para hacerlo, mi esfuerzo habrá merecido la pena.
Un abrazo virtual enorme,
Cocotte.
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