Mis queridos «glamcooks»:
En estos preciosos días de invierno, con esta preciosa luz que sólo Madrid tiene, me apetece, más que nunca, tomar legumbres. Por eso, hoy he elegido esta receta de nombre totalmente inventado porque me parece una manera original y de los más «glam» de tomar garbanzos: Crema árabe de garbanzos (con comino). No tengo ni idea de si los árabes tienen una receta así, pero lo cierto es que a mí este plato me transporta a su deliciosa gastronomía (ya sabéis que yo soy Antoñita la Fantástica y que me encanta acompañar las recetas de estampas evocadoras…). Además, es una estupenda manera de salirse de las lentejas (que por cierto adoro…, en el blog también tenéis una receta de «Crema de lentejas con foie«, que también ha inspirado esta receta), y ofrecer a los vuestros algo diferente y muy, muy sano. ¿Queréis ver cómo se hace? Pues empezamos, porque es requetefácil.
Crema árabe de garbanzos (con comino)
Crema árabe de garbanzos (con comino)
Ingredientes
- Para (6/7 personas):
- Dos botes de garbanzos (de los de cristal, aunque también podéis utilizar los secos, poniéndolos a remojar la noche anterior)
- Patatas - 2
- Cebollas - 1
- Tomates - 1
- Zanahorias - 4
- Hojas de laurel - 2
- Pastillas de caldo (de pollo o verduras, como queráis). Sorry! Se me ha olvidado ponerlas en la foto… - 2
- Pimentón de la Vera - 1 cucharadita
- Comino molido - 2 cucharaditas
- Aceite de oliva - 1 chorrito
- Para decorar:
- Huevo duro en trocitos
Instrucciones
Vais a necesitar (para 6/7 personas):
Para decorar:
- Huevo duro en trocitos
Lo primero que vamos a hacer es enjuagar y escurrir los garbanzos debajo del grifo. Es posible que salga espuma cuando lo hagáis. Escurridlos hasta que ya no salga nada. Una vez escurridos, los ponéis en el fondo de una olla rápida:
Preparamos ahora las verduras: lavamos y partimos el tomate en dos mitades, quitándole la parte de la mata. Lo añadimos a la olla sobre los garbanzos:
Pelamos las patatas y las partimos en trozos grandes. Pelamos y partimos la cebolla en dos trozos, y lo ponemos todo sobre los garbanzos:
Pelamos las zanahorias, las partimos en trozos grandes y las incorporamos también en la olla:
Añadimos ahora las especias (el pimentón y el comino), el aceite, el laurel y las pastillas de caldo:
Y lo cubrimos todo con agua:
Cerramos la olla y lo dejamos cocinar a potencia máxima durante 25 minutos, para asegurarnos de que los garbanzos se hacen completamente y no quedan duros:
Pasado ese tiempo, abrimos con cuidado la olla cuando se haya ido todo el vapor:
Vamos ahora a triturar las verduras con los garbanzos. Para ello, yo he utilizado la Thermomix (después de haber visto la nueva, ésta me parece jurásica....), pero no os hace falta. Con una batidora normal, podéis hacerlo. Yo he ido añadiendo todas las verduras y los garbanzos (sin caldo) y he añadido un poco de caldo. Quitad el laurel, que no se debe triturar. Ojo, a mí me gusta la textura muy cremosa, por eso, es importante que añadáis el caldo que consideréis para que la textura quede como os gusta (más líquida o más cremosa):
Y..., ¡voilá! Aquí tenéis el resultado. Yo lo he acompañado de huevo duro en trocitos.
El estilismo es el siguiente: los cuenquitos (tanto el de la crema como el del huevo) los compré en Tokio, en el mercado Tsukiji de pescado, la cesta del pan es de CASA y la cuchara de ZARA HOME.
Espero que os animéis a hacerlo y que os inventéis 1.001 recetas de legumbres que podamos compartir.
Antes de terminar quería mostraros mi última adquisición cocottera: una Crock Pot, u olla de cocción lenta. En USA tienen una en cada casa, y sirve para cocinar cualquier carne. Quedan tan tiernas, que se pueden partir con el tenedor. Y los platos de cuchara que requieren cocción lenta, ¡los borda! Ya os contaré.
Os deseo una semana tan cargada de energía positiva como esta receta.
Un besote,
Cocotte.
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