Mis queridos «glamcooks»:
Parece que el frío ya se ha instalado con nosotros, pese a que el maravilloso sol del que disfrutamos nos lo haga olvidar de vez en cuando. Por eso la receta que he escogido para compartir con vosotros hoy es una de esas cremas que te hace entrar en calor de manera inmediata en un buen día de frío: es una crema de calabaza, con un toque exótico que le confiere la leche de coco, el zumo de naranja y un poco de pimienta de cayena. Es un plato que probé estas navidades en Alemania, en casa de mi amiga Bärbel (que nos hizo un maravilloso «winter grill», vamos una barbacoa en la nieve), y que me dejó totalmente enamorada. Me traje la receta y hoy me he puesto manos a la obra con ella. Además, es una receta que admite tantas variaciones como queráis (con otras verduras, sin picante, más light sin patatas, etc.). ¡Espero que os guste!
Crema picante de calabaza (con leche de coco y zumo de naranja)
Crema picante de calabaza (con leche de coco y zumo de naranja)
Ingredientes
- Calabaza (yo la compro ya pelada y partida en Mercadona) - 1 kg.
- Patatas - 500 g.
- Cebolletas - 2
- Dientes de ajo - 2
- Jengibre fresco - 1 trocito
- Leche de coco - 1 lata
- Zumo de naranja - 250 ml.
- Pastillas de caldo de verdura - 2
- Agua - 250 ml.
- Sal
- Pimienta
- Azucar - una pizca
- Pimienta cayena
Instrucciones
Vais a necesitar:
Lo primero que vamos a hacer es poner a calentar un poco de aceite en una olla:
Mientras se calienta, pelamos y picamos la cebolla. Una vez picada, la añadimos a la olla:
Hacemos lo mismo con el ajo:
Lo removemos bien y los dejamos dorar hasta que la cebolla esté transparente. Mientras tanto, cortamos la calabaza en cubos grandes, y picamos y cortamos las patatas. Una vez cortadas, las añadimos a la olla y removemos bien:
Ahora, pelamos y cortamos en trozos grandes el pedacito de jengibre, y lo añadimos también a la olla:
Salpimentamos todo, y añadimos un poco de pimienta de cayena. Ojo, para mí este toque picante le da toda la gracia a la receta, pero tenéis que tener cuidado. ¡No echéis mucho! Es mejor pecar de cautos y poderos comer la crema, que no echarla a perder. Luego tenéis tiempo de añadir un poco más si os gusta más picante. También podéis hacerla sin picante, si queréis que los niños la coman bien. ¡Está igual de rica!
Una vez bien removido, añadimos ahora la leche de coco y el agua. Si nunca habéis utilizado leche de coco (os invito a probarla porque es deliciosa), os va a sorprender su aspecto, Es probable que al abrir la lata haya partes muy sólidas y una especie de agua turbia. Es normal, es así (mirad de todas formas la fecha de caducidad, por si las moscas), pero vamos, que su aspecto habitual es ése. La mezcláis bien antes de añadirla a la olla y punto:
Añadís ahora las dos pastillas de caldo de verduras:
Cerramos ahora la olla y lo dejamos cocer todo durante 30 ó 40 minutos a fuego medio, o hasta que veáis que las patatas ya están blanditas.
Una vez pasado ese tiempo y comprobado que tanto la patata como la calabaza están lo suficientemente tiernas como para poder triturarlas, retiráis la olla del fuego:
Ahora vamos a triturar la crema y a añadir el zumo de naranja y una pizca de azúcar para equilibrar los sabores. Es importante que ahora probéis la crema y le deis el toque de dulzor o de más picante si así lo deseáis. Rectificáis también de sal y de pimienta:
Y..., ¡voilá! Aquí la tenéis. Yo para servirla le he añadido un poco de perejil (si es fresco mejor, pero yo no tenía, sniff), y una cucharadita de crema agria en el centro. Este ingrediente no hace falta, pero a mí se me ha ido un poco la mano con la pimienta de cayena, y la crema lo ha suavizado un poco...
El estilismo es el siguiente: el plato lo compré en un mercadillo de Tokio, la cesta es de CASA y la cuchara de ZARA HOME.
Y con esta receta me despido hasta la semana que viene, no sin antes desearos una semana tan reconfortante como esta receta... (y el que quiera, también picante, ha, ha... pero ahí ya no me meto...).
Os mando un besote fuerte.
Cocotte.
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