Mis queridos «glamcooks»:
Cuando estéis leyendo esta receta, yo estaré en la nieve disfrutando de unos días con mi tropita, y espero que vosotros a punto de comenzar unas vacaciones de Semana Santa que espero sean reparadoras para todos. Como en estas fechas uno tiene un poco más de tiempo para cocinar y para ver amigos, la receta que os propongo hoy puede serviros para disfrutar de una tarde cocinando (aunque os llevará muy poco tiempo elaborarla), o para regalar con un bonito envoltorio a unos amigos a los que vayáis a visitar. Se trata de unos bombones caseros taaaaan logrados que casi tendréis que sacaros una foto mientras los hacéis para que os crean. Parecerán sacados de una pastelería de postín.
Bombones caseros «increíbles»…
Los vamos a hacer de dos tipos, de chocolate negro y de chocolate blanco. Antes de comenzar quiero dedicarle la receta a mi cuñada Tanja, que es la autora de la receta y la que me ha inspirado para hacerlos. ¿Queréis aprender a hacerlos? Pues empezamos.
- Frase : ¡Tendréis que jurar que los habéis hecho vosotros!
Ingredientes
- Tableta de chocolate negro postres - 1
- Tableta de chocolate con leche - 1
- Copos de maíz sin azucarar - 100 g.
- Para los de chocolate blanco
- tableta de chocolate blanco postres - 1
- Frutos secos variados - 1 bote pequeño
Instrucciones
Vais a necesitar:
Para los bombones de chocolate negro:
- 1 tableta de chocolate negro para postres
- 1 tableta de chocolate con leche (la que queráis, no tiene que ser para postres. Yo he utilizado ésta de Mercadona)
- 100 g. de copos de maíz sin azucarar (los corn flakes de toda la vida)
Para los de chocolate blanco:
- 1 tableta de chocolate blanco para postres
- 1 bote de frutos secos variados (yo he utilizado éste de Mercadona que dice es para ensaladas, pero que para esta receta ¡va genial!)
Lo primero que vamos a hacer es derretir los chocolates al baño María. Para hacerlo, yo lo que hago es meter un cazo pequeño con el chocolate, dentro de otro cazo más grande con un poco de agua. Ojo, el cazo pequeño debe sobresalir lo suficiente como para que no le entre agua. Este paso se hace porque si ponemos directamente el cazo al fuego, es muy probable que el chocolate se queme, ya que se quema con mucha facilidad, y de esta manera nos aseguramos que se funda sin riesgo de que se queme. En un cazo ponemos las dos tabletas de chocolate negro (la de chocolate con leche rebajará un poco el sabor del chocolate negro), y en el otro ponemos a derretir el chocolate blanco:
Una vez derretidos los chocolates (veréis que el negro se funde antes que el blanco), los retiráis del fuego y los dejáis templar un poco. A continuación, ponemos papel de horno sobre una fuente donde iremos poniendo los bombones que vayamos haciendo, y donde los vamos a dejar enfriar.
Mezclamos los 100 g. de copos de maíz con el con el chocolate negro y removemos bien intentando que no se rompan los copos:
Hacemos ahora con cuidado y con una cuchara, pequeños montones de chocolate con copos de maíz y los vamos colocando separados en la fuente con el papel de horno donde los dejaremos secar y enfriarse durante al menos dos horas:
Procedemos ahora a preparar los de chocolate blanco, y seguimos el mismo proceso: mezclamos el chocolate templado con todo el frasco de frutos secos y removemos. Hacemos pequeñas montañitas con una cuchara, y las dejamos enfriar durante al menos dos horas antes de consumir:
Debo reconoceros que los de chocolate negro me han gustado mucho más que los blancos, y probablemente se deba a que la tableta de chocolate blanco de Mercadona para postres no resulta tan rica como imaginaba. Probad mejor con alguna marca de tipo Nestlé, que seguro salen mucho más ricos. Aún así, han salido los dos de cine...
Y pasadas las dos horas..., ¡voilá! ¿Qué os parecen? ¿A que parecen comprados? En una cajita bonita o bien, envueltos en celofán con un lazo de rafia, parecen comprados en una pastelería de lo más chic...
El estilismo es muy sencillo: la bandejita la compré en Alemania, y el mantelito de detrás es un trapito de Primark maravilloso de ¡1,50€!
Y con esta receta me despido hasta el domingo que viene, no sin antes desearos una Semana Santa tan dulce como esta receta.
Un besote grande,
Cocotte.
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