Mis queridos «glamcooks»:
Disculpad que hoy publique en lunes, pero es fiesta en Madrid, y ayer me di vacaciones bloggeras, ¿qué os parece? La verdad es que disfruté mucho la tarde con mi tropa, así es que mereció la pena. Hoy quiero compartir con vosotros una receta que he hecho este fin de semana con mi hija Pati, un bizcocho que es sin duda el favorito de mi marido, y que para el que las dos lo hemos cocotteado con todo nuestro corazón: bizcocho «mármol» de chocolate y vainilla. Se llama así porque al mezclarse los dos sabores, el aspecto del interior del bizcocho recuerda a los dibujos que presenta el mármol. Es una receta ideal par que la cocinéis con vuestros hijos, y luego, la merendéis juntos.
Bizcocho «mármol» (de vainilla y chocolate)
¿Queréis aprender a hacerla? Pues empezamos.
Ingredientes
- Chocolate para postres - 75 g.
- Azucar - 250 g.
- Mantequilla a temperatura ambiente - 200 g.
- Harina - 200 g.
- Levadura en polvo - 1 sobre
- Huevos - 4
- Crema fresca espesa - 2 cucharadas
- Extracto de vainilla - 1 cucharada
- Cacao en polvo - 1 cucharada
- Sal - 1 pellizco
Instrucciones
Vais a necesitar:
Lo primero que vamos a hacer es fundir el chocolate al baño María para que no se queme. Éste es un paso que ya habéis visto varias veces en este blog. Yo lo que hago es poner un cazo grande con agua, y sobre él, otro más pequeño con el chocolate. El chocolate se quema muy fácilmente al contacto con el fuego (incluso en el microondas!), por eso ésta, para mí, es la forma ideal de fundirlo, ya que así os aseguráis el que no se os queme:
Mientras se funde, vamos a continuar la receta. Pesamos el azúcar y lo mezclamos con la mantequilla a temperatura ambiente. Es importante que la mantequilla esté blandita, ya que si no, este paso so resultará difícil. Podéis hacerlo con unas varillas (o con un tenedor):
Cuando hayáis terminado este proceso, el chocolate ya estará fundido. Retiradlo del fuego y dejadlo enfriar:
Continuamos con nuestra mezcla de azúcar y mantequilla, y le añadimos ahora los huevos batidos, y los incorporamos bien en la mezcla con las varillas o con el tenedor:
Una vez bien mezclados los huevos, pesamos la harina y la tamizamos sobre la mezcla. Añadimos también el sobre de levadura en polvo, la pizca de sal y removeos de nuevo muy bien:
Incorporamos ahora la crema fresca espesa. Mirad, yo la compro en Mercadona, en la parte de refrigerados, junto a la zona de la mantequilla. Removemos bien la mezcla una vez incorporada:
Una vez realizada la masa base del bizcocho, lo que vamos a hacer es dividir esta mezcla en dos boles, ya que en uno vamos a añadir el chocolate, y en el otro, la vainilla. Yo la he dividido en dos partes iguales, pero lo cierto es que la parte del chocolate debe ser un poco menor, así es que os recomendaría que apartaseis un 60% de masa en un bol y el 40% restante en otro cuarto (a ojo, ¡tranquilos que no hay que sacar la calculadora!):
Añadimos ahora el cacao y el chocolate derretido en el bol con la menor parte de masa y lo mezclamos bien:
Y en el otro, la cucharadita de esencia de vainilla ya integramos bien:
Untamos ahora bien con mantequilla un molde tipo plumcake:
Vamos a rellenar el molde de la siguiente manera: vamos a poner primero una capa de la mezcla de vainilla, y sobre ella, una capa con todo el chocolate. Añadimos otra capa de masa con vainilla y terminamos con el reto del chocolate. Como son las dos bastante espesas, no se hundirá la de chocolate en la de vainilla ni se mezclarán todavía en este punto:
Y ahora es cuando viene el quiz de la receta: con el palo de una cuchara de madera hacemos un solo zigzag en la masa, intentando que se mezclen las dos mezclas, pero sin llegar a integrarse una con otra, es decir, siempre tienen que verse los dos colores de la mezcla (beige y marrón), no un marrón más clarito. Un solo zigzag basta, mirad, así:
Metemos el molde en el horno, previamente calentado a 180º, y lo dejamos hornear durante unos 50 minutos aproximadamente, en la bandeja media del horno:
Pasado ese tiempo, clavad un palito en el centro del bizcocho: si sale limpio, el bizcocho está hecho. Si sale manchado, todavía le quedan 5 minutos más aprox. Podéis sacar el bizcocho del horno cuando el palito salga completamente limpio:
Y..., ¡voilá! ¿Qué os parece? Con un poco de azúcar glass por encima, queda de lo más profesional.
Os animo a hacerlo y que paséis un rato estupendo con los vuestros. Es una merienda que siempre triunfa, y que como habéis visto, es muy sencilla de hacer.
Os mando un besote enorme (en especial a todas las Almudenas de España, que nos han regalado un día de fiesta en Madrid), y os deseo una semana tan dulce como esta receta.
Cocotte.
Deja una respuesta