Vais a necesitar (para 6 personas):

Vamos a comenzar por hacer una bechamel ligera. Yo esta vez la he hecho con la Thermomix (la verdad es que sale siempre genial), ya que muchos de vosotros me habéis pedido alguna receta con Thermomix, pero la bechamel la podéis hacer perfectamente en una sartén, calentando primero la mantequilla y el aceite, añadiendo luego la harina para tostarla un poco, y a continuación, añadiendo poco a poco la leche hasta que la bechamel vaya tomando consistencia de crema, batiendo continuamente con las varillas. Así es que, ésta es una receta que se puede hacer PERFECTAMENTE SIN THERMOMIX!! No os desaniméis con la receta si no tenéis Thermonix, de verdad, ¡porque merece la pena probarla!

Para los que vayáis a hacer la bechamel con la Thermonix, añadid todos los ingredientes de la bechamel (mantequilla, aceite, la harina y la leche) el en vaso, y programad 7 minutos, temperatura 90, velocidad 4:

Mientras se hace la bechamel, vamos a rallar un poquito de la mozzarella fresca que tenemos, y la vamos a reservar, ya que la vamos a utilizar para decorar cada uno de los cuenquitos en los que sirvamos la crema.

Ojo, rallad muy poquito, ¡sólo lo que vayamos a necesitar luego para decorar! Mirad, más o menos así:

Partimos el resto e la mozzarella en trocitos:

Una vez que tengamos lista la bechamel, abrimos el vaso con cuidado de no quemarlos, y añadimos los trocitos de mozzarella. Ojo, si habéis hecho la bechamel en una sartén, pasadla a una vaso de batidora donde podáis triturar, ya que tenéis que triturar la mozzarella. Como la bechamel está caliente, se integra muy bien ya que ¡también se funde!

Una vez que ya tengamos integrada la mozzarella en nuestra bechamel, añadimos en ella la salsa de tomate, y removemos de nuevo bien. Podéis echar tanto tomate como queráis. Para mi gusto está muy rica con un bote de tomate y medio (he utilizado éste de Orlando que me resulta muy rico. El de Mercadona tiene al final un toque un poco ácido que no favorece mucho el sabor de esta receta. Éste es más dulce).

Vamos a proceder ahora a hacer el aceite de albahaca. Si os digo la verdad, era algo que no había hecho nunca, y lo he hecho un poco por intuición, pero ha salido muy rico. Mezclar ingredientes con el aceite de oliva nos abre un mundo de posibilidades (¿recordáis la vinagreta de frambuesa que hicimos para la ensalada de pato?, otra invención de lo más resultona, ja, ja...). Aquí lo que vamos a hacer es mezclar las 5 ó 6 hojas de albahaca con aceite de oliva virgen extra, hasta que obtengáis una mezcla como ésta. Poned las hojas en el accesorio de picar de la batidora y echad por encima un chorrito de aceite que casi cubra las hojas:

Y hora salpimentamos bien al gusto:

Como ya tenemos todas las piezas de la crema hechas, solo nos queda emplatar... Servimos un par de cacitos pequeños de crema en cada bol (ojo, cunde!, ¡no sirváis mucho!), repartid por encima las miguitas de mozzarella que habíamos rallado y reservado, y decorad con un par de hojas de albahaca fresca y unas gotitas de aceite de albahaca... Yo os recomiendo tomarla templada.

Y... ¡voilá! Éste es el resultado. ¿Os gusta? Espero que sí y que os animéis a hacer esta crema o ¡¡cualquiera que se os pase por la cabeza!! Cocotte solo pretende inspiraros y animaos a que dejéis volar vuestra imaginación....

Los cuenquitos son de IKEA (no recuerdo el precio, pero vamos, eran tirados y resultan muy estéticos, desde mi punto de vista), y la bandeja y las flores de Sandra Marques.

Espero que os haya gustado la receta de hoy, y os deseo una semana repleta de imaginación e inspiración...

Un besote muy fuerte,

Cocotte.