Mis queridos «glamcooks»:
Como ya sabéis, Cocotte es una amante de las cremas. Este blog ya tiene unas cuantas, pero ésta sin duda, pasa a ser un de mis favoritas. La receta de hoy es una de esas recetas sencillas pero deliciosas, que además tiene versión light y versión enriquecida. Se trata de una crema «sorprendente» de calabaza y cebolla asadas con un sabor tan diferente y especial que no puedo por más que recomendaros probarla. ¿Queréis ver lo sencilla que es? Pues empezamos.
Crema de calabaza y cebolla asadas
Vais a necesitar:
- Frase : ¡¡Plato estrella Cocotte Minute!! Y con versión light incluida.
Ingredientes
- Versión light
- Calabaza - 1/2 calabaza con piel
- Cebolla - 1
- Caldo de pollo - Al gusto
- Sal y pimienta - Al gusto
- Versión enriquecida
- Miel - 1 chorrito
- Leche Ideal o nata - 1 chorrito
Instrucciones
Lo primero que vamos a hacer es quitarle las pepitas a la calabaza. Para eso, podéis utilizar una cuchara normal o una cucharita de las de hacer bolitas (como ésta):
Una vez quitadas, ponemos la calabaza en una fuente de horno con papel de horno para no mancharla, y junto con una cebolla, ojo, ¡SIN PELAR!
Hacemos unas pequeñas incisiones sobre la calabaza, y la rociamos con un poquito de aceite para que penetre en ella y no se reseque mucho al asarla. Sobre la cebolla no hay que añadir nada:
Metemos ahora la fuente en el horno a 180º durante al menos una hora para que la calabaza y la cebolla queden bien asadas. Pasado ese tiempo, sacamos la cebolla, porque es probable que ya esté hecha, y a la calabaza le falte un poquito. Dejad la calabaza unos 15/20 minutos más. Si veis que se está quemando, poned un papel de aluminio por encima para que se termine de ablandar sin que se queme. Veréis qué olor desprende la cebolla asada... ummm.....
Procedemos ahora, una vez que estén templaditas, a retirar la carne de la calabaza de la piel para poder triturarlas. Ojo, no hace falta la Thermonix, pero es la batidora mejor que tengo. Con una batidora normal también se puede perfectamente. La piel de la calabaza se retira muy fácilmente con una cuchara. Pelamos también la cebolla asada con la mano, porque también se pela con mucha facilidad. La cebolla (asada con su piel) y el sabor dulce que se consigue asándola así son sin duda las claves que hacen esta receta redonda:
Añadimos ahora un chorrito de caldo de pollo para que se pueda batir bien y lo trituramos hasta que quede una crema uniforme. Como a veces la calabaza tiene alguna hebra, yo luego he pasado la crema por el colador chino para que me quede una textura todavía más fina, aunque este paso no es necesario:
Una vez triturada la crema (y pasada por el chino si así lo consideráis), volvemos a poner a calentar la crema en la cacerola y salpimentamos bien. La dejamos que hierva unos minutos ya la versión light ¡ya estaría terminada!:
Como yo sigo a dieta, y mis hijos y mi marido no tiene la culpa, yo aquí aparto mi porción light, y continúo la receta enriqueciéndola con un chorrito de nata al gusto. También podéis añadir leche evaporada (IDEAL) si lo preferís. Yo hoy no le he puesto miel porque la cebolla de por sí ya le ha dado a la crema un delicioso toque dulce, pero si queréis potenciar el dulzor, añadid aquí el chorrito de miel.
Y para terminar, añadid antes de servir en cada una de las tacitas un pequeño chorrito de nata haciendo un dibujo, junto con un poco más de pimienta. Y..., ¡voilá! Aquí la tenéis. Con un par de margaritas para celebrar la llegada de primavera esta próxima semana...
El estilismo es el siguiente: el bajo plato de rafia lo compré en unos chinos, las margaritas en Alemania, la cuchara es regalo de familia y los cuenquitos son mi última adquisición de IKEA... ¡Estoy deseando volver para comprar más!
Y con esta receta me despido desde la nieve no sin antes desearos una maravillosa Semana Santa en la que espero disfrutéis a tope de los vuestros y encontréis un minuto para cocottear para ellos con amor, mucho amor...
Un besote muy fuerte,
Cocotte.
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