Mis queridos «glamcooks»:
Si os digo la verdad, la receta de hoy ha sido un poco improvisada con ingredientes que tenía en casa, pero el resultado ha sido tan rico que he decidido compartirlo con vosotros. Además, ya sabéis que una parte muy importante del cocotteo es la creatividad, y conseguir un resultado pintón con 4 o 5 ingredientes que tengáis por casa, añadiendo siembre doble ración del ingrediente secreto (amor, mucho amor), es cocotteo 100%. Lo que iba a ser un simple pollo con pimientos se ha convertido en un pollo oriental con almendras y soja (en el tema de bautizar los platos, ya sabéis también que Cocotte y Antoñita la fantástica son primas hermanas), pero bueno, aquí os lo traigo porque como os decía, el resultado ha merecido la pena, ¡y mucho!
Hoy quiero dedicarle la receta a mi amiga María, a la que tuve la fortuna de conocer el lunes. Ella está pasando un momento bajito y me ha dicho que ha conocido CocotteMinute y que le apetece mucho hacer alguna receta. Solo por cosas así merece la pena hacer este blog. Ojalá disfrutes muchísimo cocotteando y compartiendo lo que haces con los tuyos, que ése es el fin último del cocotteo: cocinar con mucho amor para compartirlo con los que queremos. Aquí me tendrás domingo tras domingo para, desde esta humilde ventanita de glamcooking», intentar inspiraros. Y de lunes a domingo, también me tienes para lo que quieras. Un besazo gigante.
Y ya sin más, ¡empezamos la receta! Buena pinta, tiene, ¿no?
Pollo oriental con almendras y soja
Vais a necesitar:
- Frase : Este plato se realiza con ingredientes que habitualmente podéis tener en casa y el resultado ¡es de lo más pintón!
Ingredientes
- Contramuslos de pollo deshuesados - 5 o 6
- Cebolla - 1/2
- Pimientos verdes italianos - 2
- Ajo - 1 diente
- Almendras - Un puñadito
- Soja - Un buen chorro
- Sésamo - Al gusto
- Cilantro - 4 o 5 hojas para decorar
Instrucciones
Lo primero que vamos a hacer es preparar las verduras. Para ello, pelamos la cebolla y la partimos en trocitos pequeños:
Ponemos mientras tanto, el aceite a calentar en una sartén:
Partimos el pimiento en trocitos del tamaño de la cebolla y le quitamos las pepitas:
Pelamos y partimos también el diente de ajo:
Ponemos todas las verduras ya preparadas en la sartén con el aceite caliente y las dejamos pochar un poco:
Mientras se hacen, partimos los contramuslos de pollo en trozos medianos y los salpimentamos (ojo, la sal con precaución). Una vez que las verduras están blanditas, añadimos el pollo a la sartén. Lo removemos bien y los dejamos dorar:
Una vez ya blanquecinos (es decir, pasados un par de minutos), añadimos un buen chorro de soja a la sartén. Ojo, la soja es muy salada. No salpimentéis mucho el pollo, o bien, añadid mitad de salsa de soja y mitad de salsa teriyaki si tenéis. Como ésta segunda es más difícil de encontrar, si no tenéis, añadid solo la soja, pero con precaución para que el plato no resulte excesivamente salado. Removed bien y dejad que el pollo se haga completamente. Veréis que todo adquiere un colorcito marrón muy bonito:
Una vez dorado, retiramos la sartén del fuego:
Partimos ahora las almendras en trocitos medianos (a mí no me gustan demasiado pequeños), y las añadimos a la sartén:
Partimos ahora el cilantro. Yo lo hago con esta maravilla de tijeras que me regaló mi suegra y que sirven para cortar hierbas aromáticas. Creo que alguna vez las he visto en tiendas CASA. ¡Son súper útiles!:
Añadimos ahora el sésamo en la sartén, y decoramos con un poco de cilantro por encima. La soja, las almendras, el sésamo y el cilantro losn los ingredientes que le darán al pollo ese toque oriental.
Y..., ¡voilá! No me diréis que no tiene buena pinta, ¿no?
Es un plato muy sabroso que además, gustará a grandes y pequeños. Lo hemos acompañado de arroz y nos ha sobrado ¡ni un grano de sésamo!
Los platitos de la foto los compré en el mercado de pescado Tsukiji de Tokio, justo donde desayunan los pescadores y donde ellos mismos compran este tipo de platitos (una experiencia que os recomiendo si pasáis por allí), y las cajitas de madera que veis detrás con un símbolo japonés son vasitos de sake que también compré en un viaje a Tokio.
Y con esto me despido hasta el domingo que viene, no sin antes desearos una semana tan sabrosa como esta receta.
Un besito a todos, y en especial a María.
Cocotte.
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