Mis queridos «glamcooks»:
En un día tan frío como hoy, he decidido compartir con vosotros una receta exótica que me trae recuerdos de un maravilloso viaje que hice a Bali con mi marido. Allí descubrí, entre otras muchísimas cosas que me fascinaron, un mundo de sabores (y colores) totalmente nuevo para mí. De ellos, uno de los que más y mejor recuerdo era el de unas brochetas de pollo con salsa de cacahuete, una mezcla que entonces, jamás hubiese imaginado. Y ésa es la receta: unos satays de pollo con salsa de cacahuete. Los satays son unas brochetas, normalmente de pollo, típicas de Indonesia que se acompañan con diferentes salsas. Si os digo la verdad, hoy es la primera vez que las hago, ¡y nos han sabido a gloria! Debo deciros que el resultado es muy fiel al original, y casi como el crítico de la película de Ratatuille, al probarlas me he transportado a aquel maravilloso país. ¿Queréis saber cómo se hacen? Pues empezamos.
Satay de pollo con salsa de cacahuetes
Satay de pollo con salsa de cacahuetes
- Frase : Estos deliciosos satays de pollo con salsa de cacahuete, harán las delicias de grandes y pequeños. Y si los hacéis en la barbacoa... ¡ya triunfáis!
Ingredientes
- Para 12 brochetas:
- pechugas de pollo en filetes - 500 gr.
- cebolleta - 1
- ajo - 1
- cayenas - 2
- zumo de 2 limas
- leche de coco - 200 ml.
- salsa de soja - 2 cucharadas
- comino molido - 1 cucharada
- curry - 1 cucharada
- palitos de brocheta - 12
- Para la salsa de cacahuetes:
- pasta de cacahuete - 125 g.
- zumo de una lima
- leche de coco - 200 ml.
- tabasco - unas gotas
- cilantro molido
- un poco de agua
Instrucciones
Vais a necesitar (para 12 brochetas):
Lo primero que vamos a hacer es limpiar las pechugas de cualquier resto de grasa y cortarlas en tiras de este tamaño:
Preparamos ahora la marinada. Para ello, vamos a cortar la cebolleta en trocitos pequeños y la ponemos en la fuente en la que vayamos a marinar el pollo:
Pelamos y partimos el ajo en dos. Le quitamos la parte central y lo añadimos también a la marinada junto con las dos cayenas:
Cortamos las limas en dos y añadimos su zumo a la fuente:
Incorporamos ahora la leche de coco. Ojo, la leche de coco se disocia dentro del envase, es decir, por una parte encontraréis el líquido, y por otra, la grasa. os puede parecer que está mala, pero no, comprobad la fecha de caducidad, y si está bien, no os asustéis, es así. La removéis antes de echarla a la fuente para que se integre todo, y ya está solucionado. Mirad, es así:
Añadimos ahora las especias, es decir, las cucharadas de comino molido, curry y las de soja y removéis bien:
Ahora, incorporáis las tiras de pollo y las dejáis macerar en el frigo con el recipiente tapado durante al menos 4 horas. Yo las he dejado toda la noche:
Pasadas las 4 horas, ya podéis continuar. Debe quedaros así más o menos:
Antes de comenzar a hacer la salsa, debéis poner los palos de las brochetas en una fuente con agua, para que al freírlas, no se os queme la madera. Deben estar al menos 20 minutos en remojo:
Vamos a preparar ahora la salsa. Para ello, sacamos las tiras de pollo de la marinada, ya que necesitamos la marinada para hacerla:
Retiramos también el ajo y las cayenas:
Ponemos un poco de aceite en una sartén, y freímos ligeramente la marinada para que la cebolla quede blandita:
Mientras se hace, sin perderla mucho de vista, vamos a ensartar las tiras de pollo en las brochetas mojadas, y lo vamos a hacer como si estuviésemos hilvanando un trozo de tela, es decir, así:
Una vez ensartada toda la tira, la empujamos un poco sobre sí misma para que nos quepa otra tira en la misma brocheta. Mirad, así:
Metemos otra tira en la misma brocheta para que nos cubra al máximo el palito, dejando siempre un margen por arriba y por abajo. Las vais reservando en una fuente:
Volvemos a la salsa. Cuando veáis que la cebolla está ya blandita, añadimos la pasta de cacahuete, la leche de coco y el zumo de lima:
Primero la pasta de cacahuete:
Y por último, el zumo de lima:
Salpimentáis bien, y añadís unas gotas de tabasco (al gusto), y unas hojas de cilantro fresco picado: removéis bien, y aligeráis la salsa un poco con agua hasta que tengáis la textura deseada. A mí me gusta un poco espesa, pero podéis hacerla al gusto:
Cuando esté hecha la salsa, la reserváis, y podéis comenzar a freír las brochetas. Lo ideal es hacerlas en una plancha, para que podáis hacer muchas de golpe, pero si no, podéis hacerlas en una sartén como he hecho yo. Eso sí, hay que estar girándolas para que se doren por todos los lados. Veréis como las tiras de pollo se unifican y parecen un solo bloque. Es curioso...
Y..., ¡voilá! ¿Qué os parecen? Apetecibles, ¿no?
De verdad que os recomiendo probarlas porque han salido deliciosas. Este verano, sin duda alguna, ¡serán una de las estrellas de la barbacoa! El estilismo es el siguiente: la fuente azul alargada y la fuente de la salsa son de A Loja do Gato Preto, y fueron regalo de unas amigas, y la tapa de la vaporera la compré en una tienda de alimentación oriental. Espero que os haya gustado y que os animéis a hacerla. Yo la rpóximoa vez, haré doble ración, porque nos han sabido a poco. Es un plato que gusta a todos, y en especial a los niños, porque ¿a quién no le gusta el pollo y los cacahuetes? Son dos ingredientes de éxito seguro, junto con el ingrediente secreto que nunca falla y que ya sabéis cuál es: amor, mucho amor... Os mando un besote muy fuerte y os deseo una semana tan exótica como esta receta. Cocotte.
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