Lo primero que vamos a hacer es caramelizar las peras. Para ello, ponemos las dos cucharadas soperas de azúcar moreno con la mantequilla en una sartén a fuego medio:

Ponemos a calentar la mantequilla con el azúcar moreno

Ponemos ahora las lonchas de panceta sobre una fuente de horno a la que previamente hemos puesto un papel de horno para no manchar. Las metemos al horno a 200º en la parte superior del horno para que se doren y queden duritas. Yo éstas las he comprado en Mercadona. Ojo, tienen también bacon y el paquete es muy similar. Para esta receta os recomiendo mejor la panceta, que no es tan rosita, sino que tiene un color más intenso.

Ponemos las lonchas de panceta sobre una fuente de horno con papel de horno

Metemos la panceta en el horno hasta que se dore

Mientras se derrite la mantequilla y se hace el caramelo, pelamos y partimos las peras en unos gajos de aproximadamente este grosor:

Pelamos la pera

La cortamos en gajos

Una vez partidas y la mantequilla derretida, ponemos las peras en la sartén. Ojo, es mejor hacerlas a fuego medio e ir dándoles la vuelta para que se hagan por todos los lados, incluido el lomo:

Metemos los gajos de pera en la sartén

Las dejamos caramelizarse a temperatura media/baja

Las vamos girando para que se hagan por todos los lados

Vamos dando la vuelta a las peras para que se caramelicen por todos los lados

Cuando estén ya doradas por todos los lados (yo he tardado unos 6/8 minutos aproximadamente), echamos un chorrito de vinagre de Módena en la sartén y dejamos que se evapore. Una vez hecho esta paso, retiramos las peras del fuego y las reservamos:

Cuando estén caso hechas, añadimos un chorrito de vinagre de Módena y dejamos que se evapore

Reservamos las peras

A estas alturas la panceta ya estará dorada. ¡Tened cuidado de que no se os queme!. Una vez sacada, poned las lochas sin que se os rompan en papel absorbente para que se elimine el exceso de grasa que sueltan. Las reserváis:

Sacamos las lonchas de panceta una vez que estén doradas y crujientes

Las ponemos sobre papel absorbente

Preparamos ahora el aliño en la misma sartén. Para ello, añadimos un poco más de mantequilla, un chorrito de vinagre de Módena, una cucharada de mostaza a la antigua (la de las pepitas), un chorrito de miel, sal y pimienta:

En la misma sartén añadimos la mantequilla, un chorrito de vinagre de Módena, uno de miel, una cucharadita de mostaza a la antigua, sal y pimienta

Añadimos ahora las nueces partidas:

Añadimos las nueves partidas

Añadimos las nueves partidas

Al final, añadimos un chorrito de aceite de oliva para que nos cunda más el aliño. Una vez integrado todo, lo retiramos del fuego y lo reservamos.

Añadimos ahora un chorrito de aceite de oliva

Ponemos un lecho de brotes verdes en una fuente y montamos la ensalada. Lo podéis hacer en o fuentecitas platos individuales. Sobre los brotes añadimos la pera caramelizada, los trocitos de queso roquefort, el crujiente de panceta (podéis decorar el plato con él) y termináis con el aliño por encima:

Ponemos un lecho de brotes en una fuente

Añadimos las peras al lecho de lechugas

Añadimos trocitos de roquefort

Y los trozos de crujiente de panceta

Y..., ¡voilá! Aquí tenéis la ensalada. ¿Qué os parece? La combinación de sabores y texturas es realmente interesante, y os invito de corazón a probarla porque merece la pena.

Para servirla he utilizado esta preciosa fuente del artesano Luisa Salaberría que me regaló mi querido amigo El Hedonista. Los cubiertos me los regaló mi suegro y pertenecieron a sus abuelos, es decir, que son de la Alemania de primeros del siglo XIX. Una joyita que guardo con todo mi cariño, digna de esta ensalada.

Y con esto me despido, mis queridos "glamcooks", hasta el domingo que viene, no sin antes desearos una semana tan especial como esta receta.

Un besote,

Cocotte.