Lo primero que vamos a hacer es poner el chocolate a fundir al baño María (es decir, no directamente al fuego, sino poniendo un cacito con el chocolate dentro de otro cacito más grande con agua, sin que el agua entre en el cacito del chocolate). Mirad, así:

Fundimos el chocolate al baño María

Mientras se funde, montamos la nata con el azúcar glass y la vainilla. La nata se monta mucho mejor si está muy fría, así es que os recomiendo que pongáis el brick en la nevera unas horas antes. No hace falta que la montéis mucho, con que quede cremoso, basta:

Montamos la nata con el azúcar y la vainilla

Montamos la nata con el azúcar y la vainilla

Una vez montada, preparamos los bizcochitos que serán la base de nuestros eclairs. Para eso, y ésta es la parte más difícil de la receta, tenemos que partirlos por la mitad. Ojo, se parten mejor de lo que yo creía, pero tenéis que partirlos con mucho cuidado y con un cuchillo de sierra. Comprobar bien que no estén rotos antes de partirlos ya que a veces tienen alguna pequeña grieta:

Cortamos los bizcochos con un cuchillo de sierra

Cortamos los bizcochos con un cuchillo de sierra

Si alguna parte de arriba se os rompe un poquito por un lado, no os preocupéis, ya que como los eclairs van luego cubiertos de chocolate, se disimula bien el desperfecto. Una vez partidos, los rellenamos con la nata y los colocamos sobre una rejilla:

Los rellenamos con la nata

Los colocamos sobre una rejilla

Por entonces, el chocolate ya se habrá derretido. Le añadimos ahora la cucharadita de aceite vegetal (para darle un brillo espectacular al chocolate), y lo removemos bien:

Añadimos una cucharadita de aceite de girasol al chocolate

Con mucho cuidado, ponemos sobre cada eclair un poco de chocolate. Mirad, así:

Cubrimos con cuidado la superficie de los eclairs con chocolate

Los dejáis enfriar en la nevera para que el chocolate se endurezca y el bizcocho se reblandezca con la nata y.... ¡Voilá! ¿Qué os parece? De lo más profesional, ¿no? Pues he hecho muchos y no han quedado ni las migas. De verdad, además de fáciles, son deliciosos. Os recomiendo de corazón probarlos. Además, a excepción de cortar los bizcochos, ¡es una receta que podéis hacer con vuestros hijos! Les chiflará, y a vosotros, hacerlo con ellos.

Eclairs de nata y chocolate (¡con truco!)

Y con esta deliciosa merienda me despido de todos vosotros, mis queridos "glamcooks", no sin antes desearos una semana tan dulce como esta receta.

Un besote muy fuerte,

Cocotte.