Para 8 personas, más o menos (dependiendo de la ración o de las copitas):

Mirad, ésta es la nata espesa. También se llama crème fraîche. Ésta la he comprado en E.Leclerc, pero en Mercadona también la encontráis, creo que se llama nata fresca, y está en los refrigerados, junto a las mantequillas.

Lo primero que vamos a hacer es escurrir bien los espárragos. Una vez escurridos, los ponemos en el vaso de la batidora (ojo, yo he utilizado la Thermomix, porque es la batidora más potente que tengo, pero podéis hacerlo con cualquier batidora que tengáis):

Ahora, añadís los huevos. Es conveniente que no los partáis y echéis directamente sobre el vaso, ya que podéis echar algún trocito pequeño de cáscara en la receta. Es mejor hacerlo sobre un cuenco, y luego volcarlo en el vaso, cuando hayamos comprobado que no hay ningún trocito de cáscara:

Añadimos ahora la nata espesa y el queso rallado:

Salpimentamos bien, y lo batimos durante algunos minutos para asegurarnos de que no queda ninguna hebra de espárrago:

Untamos ahora con mantequilla un molde (yo he elegido éste con un hueco en el centro) y espolvoreamos un poco de pan rallado sobre la mantequilla para evitar que la mezcla se pegue (ojo, éste molde no es bueno, se pega SIEMPRE....):

Ponemos ahora el molde sobre una fuente de horno (¡hacedlo antes de verter sobre él la mezcla para evitar incidentes!) y vertemos ahora la mezcla bien triturada en el molde:

Añadimos ahora agua sobre la fuente de horno, ya que lo vamos a hornear al Baño María. Debéis poner unos dos dedos de agua en la fuente, más o menos:

A mí me ha sobrado un poquito de mezcla y he hecho otra moldecito:

Untamos ahora con mantequilla un papel de horno, y lo ponemos sobre los moldes, con la parte de la mantequilla hacia abajo. El papel evitará que se queme la parte de la mezcla que está mirando al grill, y además hará, junto con el vapor del agua del Baño María, que no se reseque.

Lo metemos todo al horno a 170º entre 50 minutos y una hora. Id mirando a partir de los 45 minutos, y meted un pinchito en el centro del pastel para ver si está ya cuajado. Cuando salga limpio es que ya está cuajado y entones, podéis sacarlo. Yo he retirado el papel de horno los últimos 10 minutos. Mirad, debe quedaros más o menos así:

Y ahora viene cuando la matan... Hay que desmoldarlo... Lo más normal es que os ocurra esto, ya que los espárragos, aunque estén muy bien escurridos, sueltan agua, y la mezcla no es consistente, aunque esté bien horneada...

Y ahora es cuando lo convertimos en el delicioso mousse en copitas. Lo batimos bien con un tenedor, y lo servimos en copitas o en vasitos de zurito (de los bajitos de vino), acompañado con un poco de mayonesa:

Mirad, si lo desmoldáis bien, os puede quedar así:

Al haber elegido un molde con agujero en el medio, lo he aprovechado para poner ahí la salsa mayonesa rodeada de unos canónigos. Otra opción, si os ha quedado un poco feote, pero lo queréis servir completo en una fuente, es que lo recubráis con una bechamel de pimientos de piquillo (hacéis una bechamel normal, y le añadís dentro un par de pimientos de piquillo escurridos y lo trituráis bien, la combinación con el mousse de espárragos es decliciosa!).

Pero a mí como me gusta servirlo es así, es copitas:

¿Qué os parece? El sabor es tan rico, que merece la pena hacerlo. ¡Ya me contaréis si os animáis a hacerlo!

Os envío un besote muy fuerte, y os deseo una semana feliz, feliz...

Cocotte.