Lo primero que vamos a hacer es la gelatina, porque necesita 3 horas en la nevera, y así podéis seguir haciendo otras cosas mientras cuaja. Esta receta es sencillísima. Solo tenéis que seguir las instrucciones del paquete para realizar la gelatina, y una vez que vayáis a rellenar los vasitos (yo he elegido éstos de yogurt, que utilizo muchísimo. Son los de Carrefour, porque éstos no tienen ninguna leyenda ni relieve en el cristal, y luego les podéis dar muchísimos usos), metéis algún objeto terrorífico dentro. Nosotras hemos elegido estas arañitas de plástico. Ojo, lavadlas bien antes de meterlas en el vaso, y añadid la gelatina líquida cuando esté un poco templada, para que no se dañe. Empezamos:

Ponemos 1/4 l- de agua a hervir:

Cuando hierva, apartáis la cacerola del juego y añadís la gelatina sin parar de remover:

Añadís ahora otro 1/4 l. de agua fría y seguís removiendo:

Dejamos templar un poco la gelatina y rellenamos medio vasito:

Incorporamos ahora la arañita y terminamos de rellenar. Hacemos así con todos. Con un sobre de gelatina de hacendado, podéis rellenar 6 vasitos así:

Los metemos en la nevera durante al menos 3 horas antes de servirlos:

Vamos a hacer ahora las momias. Ojo, es importante que la masa que compréis sea BRISA, no HOJALDRE. Son masas muy parecidas, pero una sube mucho (el hojaldre) y la otra no tanto. Si lo hacéis con hojaldre, la momia quedaría tan gorda que se os podría deformar. Se utilizan igual, así es que si nunca habéis trabajado con ella, tranquilos que es facilísima, y además, la encontraréis siempre junto a los hojaldres.

Lo primero que vamos hacer son unos cortes en las salchichas de manera que parezcan hombrecitos. Haremos una abajo para las piernas, y dos laterales para los brazos. Mirad, así:

Cortamos ahora con un cortapizzas para que nos sea más fácil, tiras de masa brisa como si fueran unas vendas con las que vamos a "vendar" las salchichas:

Una vez "vendadas" las salchichas (fijaos que hemos dejado la cabeza sin vendar por delante), las pintamos con huevo y las metemos al horno hasta que estén hechas (unos 20 min, aprox. a 180º):

Vamos a hacer ahora los huevos. Los cocemos normalmente, les sacamos la yema dura, y la mezclamos con una latita de atún y unas cucharadas de tomate frito (ojo, los podéis rellenar de lo que queráis, porque hoy lo importante aquí no es el relleno sino la decoración). Rellenáis los huevos con cuidado:

Y ahora, cortamos dos rabitos de cebollino y los colocamos a modo de rabito de calabaza en dos de las mitadaes, simulando que el relleno es una calabaza. Mirad, así:

Las otras dos mitades, las vamos a decorar con una "araña" ¡de aceituna! Para ello, cortamos una aceituna negra sin hueso por la mitad longitudinalmente. Una mitad será el "cuerpo" de la araña, y la otra mitad la cortaremos en tiritas para hacer las patas. Mirad, así:

Y para terminar, vamos a hacer las escobitas. Ésta receta ya la tenéis en otra de las recetas del blog, Partypan (o panecillos para fiestas), pero os la recuerdo aquí:

Lo primero que tenéis que hacer es cortar un tranchete por la mitad, o incluso un poco más de la mitad. Hacéis pequeños cortes en él a modo de flecos de la escoba, y lo enrolláis alrededor de un palito salado. Luego atamos bien el tranchete al palito con una ramita de cebollino. Mirad, así:

Y para terminar, os recomiendo que sirváis el kétchup dentro de jeringuillas (una para cada comensal), eso sí, valorad el riesgo que eso puede tener en casa, ja, ja...

Si ponéis una mesa con mantel negro, velas y telarañas, tenéis el éxito asegurado... ¡Prometo foto de la nuestra en Instagram!

Y aquí os dejo con estas ideas de Halloween que espero os ayuden a tener un rato maravilloso con los vuestros, tanto para prepararlo como para disfrutarlo:

Y con esto me despido hasta el domingo que viene, no sin antes desearos una semana tan divertida como estas recetas. Yo os iré contando puntualmente vía Instagram cualquier restaurante o receta nipona que me inspire, que seguro serán muchas...

Os mando un besote muy fuerte,

Cocotte.